HORST WEIN

 

Por: Jorge Andrés Gómez Otero.   P.D.A.F  &  Esp. T.M.E.D.

“JUGAR AL FÚTBOL SIN PENSAR, ES COMO TIRAR A PORTERIA SIN MIRAR”

Hace unos días pasó por Colombia el gran entrenador de fútbol HORST WEIN, este profesor  de origen Alemán ha recorrido 90 países y habla 7 idiomas, recorre el mundo pregonando su filosofía de entrenamiento en el fútbol base, en mi concepto su metodología es muy buena, pues obliga a un cambio del paradigma de enseñanza conductista y entra a un mundo más cognitivista, el cual ayuda a un aprendizaje significativo de forma  más rápida y divertida, para ello utiliza como factor fundamental la enseñanza del fútbol y de la construcción técnico táctica  por medio de los juegos.

Participando en una de sus conferencias, dejo ver que sus juegos eran para niños y jóvenes en edades tempranas, pero sostiene que su metodología  es  aplicable en equipos profesionales y con jugadores mayores, Con esta afirmacion tan cerrada  y observando la  metodología FUTNIÑO (entrenamiento a la medida del niño),  considero necesario dar una opinión sobre el tema, sabiendo que la pedagogía (es la ciencia que tiene como objeto de estudio a la educación buscando un impacto en el proceso de aprendizaje del sujeto a temprana edad), pero actualmente un término como la Andragogía (conjunto de técnicas de enseñanza para educar personas adultas en contra posición de la pedagogía que es la enseñanza orientada a los niños), esta Andragogía tiene gran importancia en el contexto del fútbol debido a los vacios que se encuentran en la formación a temprana edad, factores como la motivación, expectativas de desarrollo, libre expresión de la personalidad, aceptación general  por los intereses personales, etc.  son aspectos importantes para tener en cuenta antes de iniciar y entrenar a los jugadores profesionales o simplemente con personas mayores que practiquen la actividad.

Como bien lo dice en sus conferencias el profesor WEIN, “El niño no se debe entrenar como a un  adulto” entonces al adulto considero que tampoco deberá entrenarsele como a un niño y para esto debemos hacer una correcta selección de los medios que empleamos como guía  del proceso,  pues los medios  de esta enseñanza se dividen en ejercicios y juegos.

Los ejercicios los podemos  clasificar en cuatro grupos (ejercicios específicos, ejercicios no específicos, ejercicios auxiliares y ejercicios complementarios) y los juegos los clasificariamos  según su estructura en seis grupos (juegos competitivos, juegos móviles, juegos preparatorios, juegos regulados, juegos de enseñanza, y de control) y por su carácter en cuanto a la oposición los podemos clasificar en cuatro grupos (Oposición con proformas, oposición limitada, oposición real y oposición extrema), a su vez las tareas en los juegos tienen unos objetivos de realización, que pueden describirse como de carácter fundamental, de carácter  preparatorio, de caracter apoyo, de caracter complementario o para el desarrollo de capacidades motrices. Teniendo en cuenta estos factores se deben crear juegos y ejercicios  acordes con  objetivos específicos por categoría, nivel cognitivo, etapa de preparación, etc.

Consideramos importante dar  amplitud a los conceptos entregados por personas como el profesor WEIN, porque en nuestro medio somos muy dados a tomar las ideas tal cual como llegan al pais, sin darle una mirada más profunda y esto puede confundirnos en las metodologías que aplicamos. No tratamos de ninguna manera desvirtuar ó iniciar  una orientación hacia otros pensamientos metodologícos, pero la Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo se ha encargado de hacer diferentes clasificaciones en los deportes de conjunto, a la cual recurrimos para dar nuestra opinión.

A continuación se presenta  un fragmento de la conferencia  del profesor HORS WEIN realizada a los entrenadores del Club Deportivo Equidad Seguros, utilizada como presentación de su trabajo  en el fútbol base.   

Hoy en día, para poder optar con frecuencia a la victoria, es imprescindible disponer  de jugadores cada vez más completos y mejor formados; es decir con un excelente nivel técnico, muchos conocimientos táctico y una preparación atlética y mental como nunca. Pero ¿Qué es lo que falta? ¿Qué aspecto de la formación de un futbolista hay que considerar o estimular, más que de lo que se hacía en el pasado, para conseguir una ventaja sobre los demás?

Hay un aspecto del rendimiento de un jugador al que no se ha dado todavía la debida importancia dentro de la enseñanza que se puede caracterizar la segunda década del siglo XXI: la capacidad de inteligencia de juego, autentico motor de cualquier presentación futbolística y responsable de la calidad de juego. La inteligencia del futbolista será, sin duda un importante criterio para evaluar su rendimiento.

Un estilo de enseñanza que está centrado en el jugador y que permite un aprendizaje activo del alumno, exige un entrenador- formador que en vez de actuar como instructor sea más bien un guía que sepa crear un ambiente más abierto y familiar, en el cual el jugador se sienta valorado, tenga opinión y participe activamente en su propio aprendizaje. En el caso contrario nos encontraríamos con un instructor que da constantemente soluciones a sus alumnos y piensa por ellos, no logra buenos resultados en el aprendizaje y tampoco motiva al jugador a mejorar. En vez de instruir y dar a sus jugadores ordenes con la solución al problema, un formador bien dotado debería dirigir preguntas eficaces a sus jugadores que les permitan descubrir nuevas experiencias o informaciones, cuya comprensión les facilite la toma de decisiones.

En mis libros muestro como diseñar entrenamientos para un desarrollo de la inteligencia de juego, basado en dos premisas claras:

El entrenamiento está centrado en el jugador.

El entrenamiento estará orientado al juego y no al ejercicio analítico.

Siempre a través de juegos simplificados y acompañado de multitud de ejercicios con sus posibles variantes. 

( HORS WEIN 2014)